Shame on me

Vergüenza debería darme...

Estamos a 11 de mayo y no puedo recordar cuando fue la última vez que escribí aquí (aunque es tan fácil como mirar la fecha de la última entrada, pero no, no lo he mirado).

Puedo presumir que fue alguna entrada con el resumen del 2010, y si no lo es, pues bueno...me da igual.

Sé que me propuse los típicos "new year resolutions", y que en alguno de ellos estaba conocer a alguien especial. Pues bien, ese lo he logrado, por mentira que parezca conociendo mi historial de sequía amorística.

Repasando lo escrito hasta el momento (tampoco mucho, solo 7-8 entradas), puedo decir que borraría algunas y que otras las editaría. También puedo decir que otras me las comería con patatas porque he cambiado, o mejor, me han hecho cambiar. O no, o a lo mejor era así sólo que antes nadie había conseguido sacar ese lado de mí. Bueno, no lo sé, coño.

El caso es que me siento bien, me siento diferente, experimento cosas que (con mi edad) ya debería haber experimentado alguna que otra vez, pero gracias a caprichos o putadas del destino no han sido posibles. Pero él ha llegado y me ha hecho comportarme de manera que nunca creí que pudiera hacerlo, de hecho me ha hecho comportarme de maneras de las que he estado "en contra" toda mi vida, y sobretodo y lo más importante me ha hecho decir esas dos palabras que he dicho tan pocas veces en lo que llevo de vida.

Y me encanta poder decírselo.

Hasta aquí mi párrafo cursi.